Tejí una tela de seda virgen para envolver auroras. Perdí. Arrancad las semillas, fusilad a los niños, dijeron. Huyeron. Lo intentaron. Fracasaron. Te miré en el tiempo y te di la magia, me acerqué ahí, pero los miedos son vasallos del fracaso. Vestí de amarillo la noche, y al no ver, me fui de madrugada, sin aire dentro, ausente, vacío de ti, casi muerto, silente.
¡El futuro del país!
Hace 10 años