domingo, 2 de octubre de 2011

En el través




Quise decir lo que era, y erré;
a veces el porqué parece, pero siempre es ausencia.
Un cenicero escupe su aroma
mientras hiede aquí, a mi lado, la falacia.
Y es sólo hoy, mañana no habrá...
sonidos, como regueros de algo, en el límite
de una noche caótica, de un sol de luz ausente,
de agua estancada.
La lluvia no lava, escupe lágrimas
como gardenias negras
de un bolero jamás cantado.
Ya nadie es nada.
Un paso mutilado, una cruz, una prez, el vacío.