sábado, 28 de agosto de 2010

Evanescente

Una noche soñé rocío; y ya no quise abrir los ojos.

8 comentarios:

Cybeles dijo...

Bella síntesis!

Anónimo dijo...

Excelente!!!

Isabel de León dijo...

A veces soñar es tan rrrrico!!!y vamos y ploff!!despertamos...aunq m gusta muxo mas eso d "no quise abrir los ojos"...
Según qué cosas yo tb prefiero mantenerlos cerrados...mmmmmm...soñemos pues!!!

Dieguito de mi corasson, x aqui estamos d vuelta en septiembre...q tal esas vacaciones??cortas verdad??jeje...

Saluditos de la chica posvacacional.

Anónimo dijo...

Gracias Cibeles por tus palabras.
Un saludo.
Diego

Anónimo dijo...

Mil gracias por el comentario, anónimo/a
Saludos.
Diego

Anónimo dijo...

Soñemos, y hagámoslo a lo grande, y bonito, y durmamos o despertemos, pero que cuando lo hagamos siga siendo ese sueño.
Un placer inmenso tenerte otra vez, aquí, a mi vera, aun tan lejos, pero tamn cerca, Isabel.
Las vacaciones siempre son cortas, pero mira, al terminar sirven para tenerte, lo que compensa cualquier cosa. Y tÚ, qué tal? espero que de maravilla.
Un besazo chica con síndrome.
Diego

Ío dijo...

¿Por qué volver a abrirlos?
¿El rocío puede secarse en los sueños?

Es tan hermoso lo que has escrito, es tan bello imaginarlo, sentirlo...
Un beso, Diego

Ío

Diego Jurado dijo...

En los sueños todo es posible, e imposible también; así son.
Muchísimas gracias, Ío.
Un beso.
Diego