
Aquel otoño fue el de los colores, pero ya no fue el tiempo de las glorias y de las proezas, sino del sufrimiento y de las asperezas. Tiempo de claroscuros, de color y dolor.
Momentos, pausas, en los que la vista se detiene en lugares, en miradas, en almas; fuera y dentro.
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4 comentarios:
...te
traigo
sangre
herida
desde
mi
cristal
para
entrar
en
tu
ventana
como
un
soplo
de
pasion
diego
esta
mañana...
DESDE HORAS ROTAS ,
OS SIGO :
MIRANDO DESDE EL ALMA
AFECTUOSAMENTE
DIEGO
con un abrazo de ilusiones y versos
adentro:
jose
ramon...
Todo un placer, José Ramón, y agradecido por tus palabras.
Me pasearé por tus cosas.
Un abrazo.
Diego
Si, pero no.
Dejemos que pase este otoño y abramos la puerta a lo desconocido para que se pueda ir el dolor.
Un beso, Diego
Ío
El dolor enseña, Ío. Hace que mires en tu interior y aprendas. Decía Óscar Wilde que ahí donde hay dolor, el suelo es sagrado. De cualquier forma, y a pesar de todo, el otoño es precioso. Toda una sinfonía de color. Solo hay que mirar.
Un beso.
Diego
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