miércoles, 13 de junio de 2012

Mam Pak´al Tsix A

No se sabe de dónde vienen, las mariposas de alas de agua.
Y aun así, todo suena tan concreto, tan cerrado y, también, tan abierto, como las tardes de verano sobre la lámina quieta de un estanque.
Y siento su visión como la delicadeza de un canto a la vida, perfumado se siglos. Tan grato a la vista, tan lejano a las palabras. Como el olor a higos maduros, en la siesta, y a geranios y a claveles.
Y siento, también, su ausencia como agonía. La de la infancia, la de la vida.


2 comentarios:

Isabel de León dijo...

Mariposas de alas de agua...tiene q ser un deleite poder admirarlas...
Ooooooh y el olor de los higos...por mi casa hay unas cuantas higueras y cuando paso es un olor...hipnotiza dulcemente...m encanta...

La infancia se extraña, muxo...por eso nunca hay q dejar de ser niño Dieguito...jejeje...yo era Isabelita.

Saluditos de la chica infantil.

Diego Jurado dijo...

Siempre me haces reír, y es un placer, pero que se nos alarga en el tiempo, como la infancia. Una lástima mi querida Doña Isabel, o Isabelita de aquellos años en que yo era Dieguete.
Un beso chica infantil