
La puerta que cerramos con candados acaba pudriendo el interior de lo cerrado, la misma puerta y, lo que es peor, acaba necesitando nuevos candados. ¡Que necios somos cerrando lo que no debe ser cerrado!
Momentos, pausas, en los que la vista se detiene en lugares, en miradas, en almas; fuera y dentro.
![]() |
Cuentos Solidarios 2010 Líneas sin Sombra Versión Impresa Descarga gratuita Versión Virtual |